desde Sandos Papagayo
Ubicado en Playa Blanca, al sur de Lanzarote, Sandos Papagayo es el punto de partida perfecto para explorar los tesoros de la isla. Aquí disfrutarás de un clima privilegiado todo el año y de una ubicación excepcional frente al mar y al Parque Natural de Los Ajaches, con acceso directo a las famosas playas de Papagayo. Arena dorada y aguas cristalinas te esperan en calas vírgenes ideales para el relax o el snorkel.

A pocos pasos del hotel, este entorno protegido ofrece rutas de senderismo con vistas únicas al Atlántico y la posibilidad de descubrir flora y fauna endémica. Camina entre paisajes volcánicos mientras disfrutas de la tranquilidad de un espacio natural declarado Monumento Natural.

A tan solo 30-35 minutos en coche, Timanfaya es un imprescindible de Lanzarote. Sus paisajes volcánicos, campos de lava y montañas de fuego crean un entorno casi marciano. Descubre las demostraciones geotérmicas en el Islote de Hilario o recorre la Ruta de los Volcanes en autobús para admirar la fuerza de la naturaleza.

Muy cerca de Playa Blanca, Montaña Roja te ofrece la posibilidad de ascender hasta su cráter y disfrutar de unas vistas impresionantes de la costa. El Faro de Punta Pechiguera marca el extremo suroeste de la isla, ideal para contemplar el atardecer con el sonido del mar.

Un secreto local al alcance de todos. Estas piscinas naturales formadas en antiguas coladas volcánicas ofrecen aguas transparentes y un rincón íntimo y espectacular para relajarse y bañarse lejos de las multitudes.

A menos de una hora en coche, Teguise es la antigua capital de Lanzarote. Pasea por sus calles empedradas llenas de historia y disfruta de su famoso mercadillo dominical, ideal para encontrar artesanía local, gastronomía y música en vivo.

Lanzarote está marcada por el legado del artista César Manrique. Desde el Mirador del Río, con vistas inolvidables al Archipiélago Chinijo, hasta los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, donde el arte se fusiona con la geología. No olvides visitar el Jardín de Cactus, el Monumento al Campesino o la Fundación César Manrique para descubrir su visión única de sostenibilidad y belleza.

Al oeste de Playa Blanca, las Salinas de Janubio ofrecen un paisaje tradicional con sus tonos blancos y rosados al atardecer. Muy cerca, Los Hervideros son formaciones volcánicas moldeadas por el mar donde las olas rompen con fuerza creando un espectáculo natural impresionante.

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